La hora de los políticos

Tampoco esta vez. Cinco finales y 68 años después seguimos donde estábamos: a la caza del oro. Gasol y Navarro se han quedado en la puerta del Olimpo, como otros líderes de ilustres generaciones: los hermanos Alonso (Ginebra 35), Buscató y Brabender (Barcelona 73), Corbalán y Fernando Martín (Nantes 83), Herreros y Carlos Jiménez (París 99). Que no cunda el desánimo. Volveremos a la carga. La constancia, la continuidad, tendrán la debida recompensa. Lo conseguido, además, es valioso: medalla de plata y pasaporte olímpico. Es bueno que nos parezca insuficiente, pero echemos una mirada a nuestra espalda: Italia, Francia, Rusia, Yugoslavia... ¿Quién debe volver de Suecia con la cabeza alta? No olvidemos, tampoco, que el buen hacer del equipo nacional complementa la gran temporada anterior de los clubes. El Barcelona ganó la Euroliga y el Pamesa Valencia se hizo con la Copa ULEB. No es exagerado afirmar que el basket español manda en Europa.

Recapitulemos por tanto. No hemos materializado el sueño, pero hemos conseguido un éxito. El baloncesto se consolida como segundo deporte en nuestro país y nuestra selección reafirma un lugar de privilegio en la élite internacional. Objetivo cumplido. Ha llegado el momento de que también cumplan con su misión los políticos del deporte. El baloncesto no debe seguir marginado por Televisión Española. Gobierno y CSD deben forzar un acuerdo para que los mejores partidos de la Liga ACB, cada semana, sean televisados en abierto por la cadena pública. Ahora no caben excusas.