Bolo abrió la lata y Peragón sacó la cuchara para degustar mejor la primera victoria del Rayo en Segunda. El equipo vallecano se había dejado en Primera la brújula para encontrar el camino del gol en los dos en encuentros anteriores, pero ayer, cuando localizó el cuadrante, dibujó el esquema necesario para inaugurar el casillero de triunfos. Pulido, Peragón y Marqués —éste estrelló un balón en el larguero— anduvieron buscando el grial, pero quien dio con él fue Bolo. El ariete culminó una gran jugada de Marqués en la banda derecha y con centro medido.

El corsé que había atenazado al Rayo en los choques precedentes desapareció entonces. Una vez liberado del estigma de la ausencia de gol, el equipo de Lopetegui comenzó a gustarse, a sentir que los apuros que le ponía el Poli Ejido en el centro del campo eran superables. El once almeriense había dado buena sensación hasta ese momento, aunque con la creación de ocasiones como asignatura pendiente. Pero bastó un despiste defensivo para que el trabajo anterior resultase estéril.

Más yermo aún quedó tras una nueva desorientación en la zaga que permitió a Peragón quedarse solo ante Kike y batir por bajo al meta ejidense. Iban dos minutos del segundo periodo. El Poli Ejido pagaba el peaje de la distracción.

El Rayo se sintió más seguro y cedió terreno a su adversario, permitiendo que campease casi a su antajo por la zona ancha. El equipo de Quique Setién, sin embargo, estaba falto de ideas en el ataque y el de Lopetegui no le concedió las mismas ventajas que él había otorgado.

Sólo acertó a balón parado. Fue Calado, posiblemente su mejor jugador ayer, quien quiso indigestar el atracón de goles que se estaba dando un equipo que no había marcado ninguno en las primeras jornadas. Y para eso tuvo que contar con la colaboración de un defensa que, incrustado en la barrera, desvió la trayectoria del balón y despistó a Segura. El empacho rayista se produjo en el momento en que Peragón recogió un balón que le venía del poste para dictar sentencia.

Julen Lopetegui: "Hay que sudar sangre para ganar un partido"

"Ya está aquí la primera victoria, pero ni antes estábamos tan mal ni ahora estaremos tan bien. Nos ayuda, pero esto es largo y duro. Estoy satisfecho tanto por el triunfo como por el partido de mi equipo. El Rayo, en general, fue superior y, aparte de los goles, tuvo claras ocasiones, pero hay que sudar sangre para ganar".

Quique Setién: "Nos falta imaginación y lucidez en ataque"

"Estoy contento con el trabajo del equipo, pero nos falta materializar el dominio, encontrar soluciones en ataque. Hay que tener la imaginación y la lucidez que se necesita en los metros finales. También debemos mantener la concentración, porque perderla nos cuesta goles. Su segundo gol fue en fuera de juego".