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Primera | Espanyol

11-S: ser perico y seguir contándolo

Vivimos la ofrenda del Espanyol a Rafael de Casanova. Los insultos de siempre volvieron a repetirse. Clemente se encaró con unos radicales

<B>LA MÁS GRANDE DE TODAS</B>. La corona de flores del Espanyol fue la más grande de todas las que desfilaron por la Ronda Sant Pere.
Rodolfo molina

Vergüenza ajena. Esa fue la sensación que tuvieron los integrantes de la representación del Espanyol ayer, en la habitual ofrenda de flores al monumento de Rafael de Casanova. Fue triste. Fue lamentable ver como un grupo de quinceañeros ataviados con senyeres y barretinas volvían a demostrar su intransigencia y su intolerancia. ¿Por qué no gritan?, preguntaban atónitos los tres integrantes del fútbol base que también formaban parte de la comitiva. No hay respuesta. Bueno, sí. Simplemente porque no respetan nada ni a nadie.

El presidente Daniel Sánchez Llibre, era el que abría el paso a los suyos. Las medidas de seguridad eran la habituales. La zona estaba plagada de Mossos d’ Esquadra, que estaban más pendientes de organizar que de controlar a la gente.

Con todo esto, la comitiva llegó delante del monumento. Los insultos eran constantes y los cortes de manga estaban a la orden del día. Y Javier Clemente hizo una de las suyas. Después de que sonara el himno de Els Segadors, el técnico vasco se giró a la multitud y les lanzó un beso. "Qué tiene que decirme este tipo de gente si nunca me he escondido de ser nacionalista", aseguró en tono serio.

Pero lo más triste llegó momentos más tarde. Cuando la comitiva se había diluido, un grupo de siete catalanistas se acercaron a Clemente. Le dijeron de todo. Al vasco se le veía dolido, por lo que no se lo pensó dos veces en responderles. Incluso quiso acercarse a ellos, pero su sombra, José María Calzón, le paró los pies.

Dani no fue a la recepción de Pujol

Daniel Sánchez Llibre no acudió a la última recepción del president de la Generalitat, Jordi Pujol, que no se presentará a las elecciones convocadas para el domingo día 16 de noviembre. El motivo de su ausencia no fue otro que el cansancio que traía Dani, después de estar toda la semana trabajando en Inglaterra.

La corona estaba valorada en 210 e

La corona de flores con el escudo del Espanyol, llegó momentos antes de que la comitiva comenzara su marcha. Era la más grande de todas. Su precio estaba valorado en 210 euros. No es de extrañar. Estaba hecha con claveles rojos, azules, blancos y amarillos y realmente era espectacular.

Con el dedo corazón alzado y con el pito en la boca

Los jóvenes más radicales mostraron su rabia al Espanyol. Algunos, disfrazados para la ocasión, no dudaron en hacer muestras comprensibles de un rechazo sin sentido. Otras, como muestra la imagen, tuvieron que ponerse un pito en la boca para hacer ruido e incordiar a la expedición españolista, que supo actuar con mucha serenidad y apenas se alteró en público.

Clemente llegó puntual; la corona, a última hora

Clemente, en principio, se rió de lo que pudo ver con sus propios ojos. El técnico vasco sólo perdió la compostura al final, cuando la corona ya estaba depositada. Mientras tanto, Daniel Sánchez Llibre y Josep Lluís Marcó no comentaron nada al respecto. Otro caso fue el de Ramon Condal, que apuntó que "Clemente da un aire positivo a nuestra imagen".