Atasco y tozudez
Noticias relacionadas
Vale que Sáez quiera ser fiel a sus ideas. Vale. Pero no existe regla que le impida leer los partidos desde el primer minuto de juego (sería recomendable que los leyese antes). Lo digo porque sabíamos sobradamente que los ucranios se iban a encerrar de diez en diez. Sabíamos que las florituras que hicimos en Portugal eran imposibles. Era un partido para Joaquín y Reyes por las bandas. Partido para Valerón. Posiblemente hubiéramos perdido en solidez, pero habríamos ganado en improvisación. Pues no. Cincuenta y ocho minutos de sufrimiento hasta que el único por el que se puede poner uno cabezón para no cambiar, Raúl, abrió la lata.
Jugando bien o mal, ganando o perdiendo, nos sigue quedando la sensación de que tenemos mucho más de lo que vemos. Por eso cabrea lo de la repesca, por eso el intenso debate previo al partido sobre si el dibujo del seleccionador vale siempre y en cualquier circunstancia, por el mismo motivo el clamor popular para que no se queden los mejores en el banquillo. ¡Ni que traicionar un esquema sea pecado! Esquemas hay muchos y todos suelen ser un mal necesario. Jugadores que inventen, pocos. Esos, artistas como Valerón, Raúl o Reyes, son los únicos con licencia para ser tozudos. Los periodistas y el seleccionador aplauden y dan tabaco.
