Fernando Martín

Le preguntan a Moncho López acerca de qué jugador de los que no están echa en falta. No se acuerda de Raúl López, el base de Utah Jazz, un año entero lesionado, ni del gigante Dueñas, que prefiere seguir su preparación específica para ser útil al Barça. El gallego da un nombre único, el del desaparecido Fernando Martín.

Probablemente, en sus días de apogeo los Corbalán, Solozábal, Epi o Margall hubiesen tenido un hueco en la España de 2003. Fernando Martín, seguro que sí. El mítico jugador madridista tenía el mismo carácter ganador que esta generación, y posiblemente más tesón y garra que cualquiera de los actuales. Una pareja virtual Gasol-Martín sería de lo más completa de Europa, y más allá del talento meramente competitivo.

Si todo va bien, si los designios deportivos no se tuercen, si a Moncho le conceden confianza, tiempo y no le despellejan en ninguna de las típicas intrigas palaciegas de este deporte, posiblemente no tardando mucho pueda dirigir en la Selección si no a Fernando Martín sí a la herencia de su figura, con el mismo brío, con la profunda mirada ganadora, con idénticas ilusiones de triunfo. Se llama Jan Fernando Martin Sonneborn y juega en el Estudiantes.