Navarro: "Esas jugadas nunca se piensan; se hacen"

Tocado en los aductores: con sobrecarga. Así llega Juan Carlos Navarro a la reedición de la noche de 2001 en que una de sus bombas volantes o lanzamiento a una mano y en carrera sentenció a la selección de Israel. Fue en el Aski Sports Hall de Ankara. Navarro tira de recuerdos: "Esas cosas nunca se piensan: se hacen. Cuando lo estás pensando ya lo estás haciendo: si no, no te da tiempo, claro. Fue una canasta en la que me atravesé la pista de costa a costa, porque, tal como estaba la cosa de apretada, no había más remedio que tomar una decisión como ésa. Se me ocurrió justo cuando ellos acababan de meter una canasta... y allá que me fui, a correr por toda la pista".

A los que jugaron aquel partido de Ankara no les pasa de dientes adentro el trago de Israel. "Son duros, correosos, difíciles y jamás se entregan hasta el final. ¿Qué más se puede decir? Pues que nos lo van a poner muy difícil", reflexiona Navarro, para quien los jugadores que mueven el cotarro en la selección judía son "Tapiro y Sharp".

Ahora también cuentan el versátil comodín Tal Burstein y el escolta Holperin, las nuevas unidades del Maccabi. Y el capitán, Yoav Saffar, que siempre juega con las botas de Jordan. Y el rocoso pívot Green. "Se habla de la zona y de todas esas cosas, pero lo esencial es que resulta muy difícil jugarle a una selección como Israel", continúa Navarro, en coincidencia total con Alberto Herreros.

"Yo soy un tirador, y ni siquiera yo estoy a gusto en partidos contra una zona como la de Israel. Son especialistas en ponerte incómodo", dice Herreros. Y el muslo de Navarro, esa sobrecarga de aductores, ¿cómo está? "Me voy a estirarlo ahora mismo, pero no va a haber problema". Y se fue a pedir la llave de la habitación a Pau Gasol...