Una criba temprana

El primer obstáculo de montaña ha provocado una criba mayor de lo que convenía. Nos temíamos que varios de los que se apuntaban como favoritos no estaban realmente en condición de mantener esa etiqueta, pero esto se han evidenciado demasiado pronto. Hablamos de Casero y Aitor y de los dos extranjeros que se pensaba podían dar más juego, el australiano Evans y el estadounidense Leipheimer.

De buenas a primeras la Vuelta parece haberse quedado reducida a tres candidatos: Heras, Igor y Sevilla. Y tengo mis dudas de que los dos últimos, que han llegado a esta carrera sin haber podido competir, estén en condiciones de aguantar las tres terroríficas etapas pirenaicas que nos esperan.

Por el interés de esta carera, esperemos que Heras no se quede solo en Andorra, con dos semanas por delante para acabar la carrera. Siempre puede haber algún tapado. Quizás Sastre, que ayer se mostró muy valiente, o Luis Pérez, que ha evidenciado una gran forma y apunta al título de corredor revelación. O alguien del ibanesto. Este equipo no tiene ningún candidato claro para ganar, pero sí a muchos corredores para reventar la carrera. Una fuga loca podría situar bien a cualquiera de ellos.