Tenemos a Ibagaza

No importa la derrota, ni que los tres puntos se quedaran en el Sánchez Pizjuán, tenemos a Ibagaza, futbolista excepcional, un crack que iluminó el partido con su presencia y devolvió la ilusión al equipo. Hasta entonces, hasta que apareció El Caño, el Atlético había jugado bien a ratos. El Niño se veía mejor asistido en punta, Novo daba buenas sensaciones por la derecha, Rodrigo exhibía su inmenso potencial, Simeone se peleaba en el centro del campo como siempre, Lequi estaba seguro en el centro de la zaga. Faltaba continuidad, chispa, orden, alguien que mandase en el campo. Y en eso apareció Ibagaza. Sus primeros diez minutos rojiblancos fueron espectaculares. Sacó su libro —eso no es un librillo— y nos dejó con la boca abierta, su sola presencia empujó al Sevilla hacia atrás. No llegó el empate de milagro. El Caño es ya líder del equipo.

Así que, Manzano, majo, tranquilidad, no pasa nada por la derrota en el Pizjuán, que además es un campo difícil, porque el Sevilla sigue siendo un equipo correoso, difícil, duro, con defensas que te paran por las buenas o con la pistola en la mano y que encima se ha reforzado bien con un fajador como Darío y un tanque como Baptista. El Atlético necesita tiempo y cuidar a Ibagaza. Que tome la batuta cuando quiera y dicte las órdenes en el futuro. El Caño ha tardado en llegar al Atlético, pero le estábamos esperando. Le hará grande.