Yo digo J. J. Santos

Zapatazo y ovación

J.J.Santos
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Estaban los despistados haciendo fotitos con el móvil (cómo lo aborrezco) a las obras del gallinero, cuando Beckham cumplía con la tradición de los debutantes galácticos y hacía el primer gol. Ronaldo le va a tener que cobrar en copas tanto favor. Pero luego llegó la incómoda normalidad. Poco juego y destellos que hoy por hoy sólo se pueden ver en el Bernabéu. Lo curioso es que el socio madridista parece acostumbrado a ello. Hace años hubiéramos tenido media hora de bronca. Ayer, pitos con timidez tras el descanso.

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De todo lo visto y oído me quedo con dos detalles. El primero, cuando los locales las pasaban canutas con empate en el marcador. Beckham, menos tímido y más trabajador, decidió tomar la manija en el centro. De repente, zapatazo de treinta metros con un efecto terrible que se estrella en el larguero. Fue el comienzo del final del Betis. El estadio reaccionó, Zidane despertó y Ronaldo empezó su cuenta atrás en la apuesta. El pasado año, cuando estaban apuradillos, o entraba en acción el francés o recurrían a la heroica de Raúl. Beckham se postula como nuevo recurso en caso de incendio.

El segundo detalle tiene nombre propio: Raúl. Cuajó uno de los peores partidos que le recuerdo en meses. Cuando el cartón anunció que Queiroz le mandaba al vestuario, se produjo el otro momento cumbre del partido. Puestos en pie, los aficionados le regalaron una de las mejores ovaciones que yo recuerdo. Curiosamente, el delantero no devolvió el gesto. Y estando en tribuna, no lo interpreté como un desaire sino como un acto de humildad, porque él sabía que no era su noche. Está bien el detalle: mucho galáctico pero Raúl es intocable.

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