Sergio García se hundió en la segunda jornada

Sergio García liquidó sus posibilidades de triunfo en el Open de la PGA con una nefasta tarjeta en la segunda jornada en la que el campo se hizo insufrible para los participantes y fueron pocos los que estuvieron por debajo del par (70 golpes). El jugador castellonense salió el segundo día con más dos y con ciertas posibilidades de remontada pero todo le salió mál y acabó hundido al final del día con +9 después de completar los 18 hoyos con 77 golpes.

Al cierre de esta edición le marchaban un poco mejor las cosas a José María Olazábal. Cuando había disputado ya trece hoyos, el donostiarra marchaba con +7, lo que suponía que llevaba la jornada con tres golpes sobre el par del campo. Ignacio Garrido, tercer y último español en liza, iba un poco peor. Cuando había disputado quince hoyos se encontraba también en las profundidades de la clasificación con +8. Así, todo indica que los jugadores españoles seguirán sin ganar este torneo, cuarto grande del año.

Al margen de la participación española, todos los focos estaban en Tiger Woods. El mejor jugador del mundo quería desmentir la crisis de juego que le ha llevado a no ganar un grande en la presente temporada y que le hizo firmar una tarjeta de 74 en la primera jornada. El Tigre ayer mejoró en su juego y cuando iba por el hoyo 11 se mantenía con +4, y al par en la jornada.

Eso significa que todavía tenía posibilidades de triunfo por el derrumbe de los jugadores de la cabeza. Phil Mickelson, líder en la primera jornada con -4, ayer cedió el liderato a Mike Weir, que con -2 era la referencia en el hoyo 11. Así todo está abierto en este Campeonato de la PGA, menos para los jugadores españoles, fuera de la pomada.