Tranquilidad y paciencia

Hoy el equipo juega en Cornellà. Será el inicio de una larga relación con la ciudad que en pocos años será como la patria del Espanyol, por lo que un amistoso de este calado irá bien para estrechar vínculos. Con más bien pocos jugadores del primer equipo en el campo, el choque no será indicativo de nada, sólo un poco de rodaje más. Como tampoco deben ser indicativas las pretemporadas en general: físicamente, el equipo no está a tope, juega toda la plantilla, se prueban posiciones... Por eso, de lo que pasó el martes ante el Beira Mar o de lo que ocurra hoy en la Vía Férrea no hay que sacar conclusiones. Los resultados apenas cuentan y, si da la casualidad que el equipo ha tenido un mal día, la presión es exagerada.

Sin embargo, sí se pueden extraer las primeras conclusiones de aspectos como el juego por líneas. En general, zaga, media y delantera están bien reforzadas, y sólo se intuye alguna carencia en la creación del juego de ataque. Falta gol, pero es lógico: Raúl Molina no ha podido jugar y Tamudo ha cargado con toda la responsabilidad, cuando su nivel (como el del resto de la plantilla) no es el óptimo ahora mismo. El tema del zurdo también está por ver. Clemente ha probado con jugadores como Jordi o Héctor en esa demarcación, por si no llega el tan ansiado refuerzo. En eso, como en todo, hace falta tranquilidad y paciencia, que la temporada aún no ha comenzado.