Kluivert recibió ‘tarjeta amarilla’

Después de una semana de desconcierto sobre la llegada de Patrick Kluivert a la gira americana del Barcelona, el presidente del Barça, Joan Laporta, cambió sus planes y decidió viajar desde Washington a Filadelfia con el equipo. En principio estaba anunciada una reunión en el autocar que trasladó a la expedición azulgrana, pero ésta nunca se llegó a hacer. Laporta, amante del diálogo con los profesionales, no se movió en todo el viaje de la butaca que le situaba al lado del directivo que le acompañaba.

La reunión sí que se produjo, pero fue una vez que el equipo llegó al hotel de concentración en Filadelfia, capital del estado de Pennsilvania. Presidente y jugador estuvieron encerrados durante unos veinte minutos en una habitación. Solos. Sin nadie que les interrumpiera. La conversación no pasó a mayores, aunque Laporta hizo ver al jugador en todo momento que la imagen ofrecida no había sido la más indicada para la entidad.

Posteriormente, muy tranquilo, el jugador atendió a los medios de comunicación. Quiso quitar hierro al asunto y explicó que lo que más le satisfacía era estar, de nuevo, con sus compañeros. "Estoy agradecido al club por todo lo que ha hecho para conseguir que haya podido venir aquí. Nunca dije lo contrario", comentó el holandés.

Lesiones. Los problemas en el tobillo del portero turco Rüstü ya no preocupan tanto. Lluís Till, nuevo médico del primer equipo, trabaja con el meta, y sus evoluciones son muy satisfactorias. Realiza carrera continua con los fisios y además toca balón, aunque con las manos y de manera muy suave. Él no podrá jugar el domingo ante el Manchester pero sí Ronaldinho, recuperado de su inflamación en el dedo gordo del pie.