Guiñazú se aleja y ya se habla de Rodrigo

Tal y como lleva anunciando este periódico durante esta semana, el fichaje de Pablo Guiñazú por el Espanyol se enfría. O, mejor dicho, se complica. El hecho de que el jugador argentino tenga cuatro dueños hace que la operación sea casi inviable. Independiente de Avellaneda tiene el 20 por ciento del jugador, sus agentes el 10 y Newell's Old Boys tiene el 60. Ante este panorama, parece difícil que el jugador recale en Montjuïc.

En la secretaría técnica españolista, sin embargo, no hay nervios. Tienen una bala en la recámara: Rodrigo Fabri. El jugador del Real Madrid no tiene sitio entre tanto galáctico, y su club le busca una salida, aunque sea en forma de cesión. Y esta podría ser el Espanyol. Dadas las excelentes relaciones existentes entre ambos clubes, el jugador brasileño se convierte en una opción muy apetecible para la entidad catalana. El acuerdo entre clubes sería inmediato, ya que el Madrid desea aligerar su plantilla y el Espanyol quiere un zurdo.

El problema seria el de siempre: la ficha del jugador. En Montjuïc se está llevando a cabo una estricta política de contención económica, y Rodrigo cobra unas cantidades prohibitivas (200 millones de las antiguas pesetas) para las arcas españolistas. En ese sentido, se debería llegar a un acuerdo.

Rodrigo Fabri llegó a España en 1998, cuando el Madrid le fichó procedente de la Portuguesa. Su paso por el club merengue fue muy desafortunado. Al año siguiente de llegar a Madrid fue cedido al Flamengo. Ya en la pretemporada de 1999-00 regresó a Madrid, pero tampoco se quedó. Su club y el Valladolid pactaron una cesión, y fue en Pucela donde tuvo oportunidad de demostrar su clase.

Esa temporada jugó 29 partidos y llegó a anotar ocho goles. Sin embargo, al finalizar la temporada, el conjunto madridista le recuperó y el jugador realizó, de nuevo, la pretemporada con el equipo blanco, en la que anotó cinco tantos. No fue suficiente y volvió a ser cedido, en esta ocasión a Portugal, al Sporting de Lisboa. Al año siguiente, jugó en el Gremio de Portoalegre, donde pasó sin pena ni gloria.

Este año ha regresado con la intención de asentarse definitivamente en algún club. En el Espanyol sería un digno sustituto de Roger. Dicen que su zurda es prodigiosa. La de Roger lo era. Dado que el centro del campo perico es muy peleón, un poco de calidad no le vendrá mal.

El Espanyol trata de cerrar lo antes posible su plantilla. El problema es que el asunto del zurdo se está demorando más de la cuenta. Tan pronto como se supo que Roger no continuaría, el club se tuvo que poner rápidamente a la busca y captura de un sustituto. Se habló de Valdo, pero al final no fructificó y fichó por Osasuna. Otro que sonaba era Kosowsky, pero el polaco se quedó en su club, el Wisla Cracovia. Fadiga fue otro jugador por el que se interesó el Espanyol, pero al final se lo llevó el Inter de Milán.

Guiñazú pinta mal y ahora interesa Rodrigo. Esperemos que sea el definitivo.