Tenemos a Musampa

La ilusión nos desborda a los atléticos. No hace falta que en los despachos se recurra a la ingeniería financiera para buscar más refuerzos en el mercado. Tampoco es necesario que la dirección técnica haga mil y una cábalas para articular un bloque competitivo. Tenemos al congoleño Musampa, una adquisición que será un revulsivo para nuestras arcas, para el depauperado juego del equipo y el alicaído ánimo de la afición. El mercado africano y, por extensión el mundial, está a nuestros pies. Imagino al Atlético en una gira por el Congo, Senegal y Sudáfrica engrandeciendo nuestra leyenda. Nada que envidiar a las que el Madrid realice por Asia con su anodino ‘23’. Millones de chavales vestirán orgullosos la camiseta de nuestro único fichaje.

Los abonos se multiplicarán y los llenos en el estadio están asegurados para contemplar las evoluciones del crack en el terreno de juego. Por si esto fuera poco, las televisiones se tendrán que rifar nuestros encuentros porque las audiencias se dispararán cuando nos retransmitan. Ha acabado la temporada y ya anhelo ver a nuestro fichaje hilvanar jugadas con esa pléyade de estrellas que tenemos. ¡Qué gozada, cuánto vamos a disfrutar! Espero que tanto Musampa, como los demás perdonen el desahogo. Como jugadores me merecen todo el respeto. Sólo quería recurrir a la ironía para dulcificar nuestro amargo presente. No hay nada como ello para evadirte del delirante día a día que vivimos.