Con este ejemplo, un futuro seguro

Conquistar dos Copa del Rey en tres años no está al alcance de cualquiera. Ni entre profesionales ni en la categoría juvenil. El triunfo de este domingo en Ponferrada es una prueba más de lo bien que se están haciendo las cosas en nuestro fútbol base. De un año a otro van cambiando jugadores, incluso técnicos, pero los resultados siguen acompañando. ¿Qué significa eso? Pues que la infraestructura responde y que se está haciendo un trabajo de cantera impecable.

El n la final de 2001, nuestros juveniles se impusieron nada menos que al Real Madrid de Portillo y este 2003 han superado al Mallorca, después de apear en semifinales a un Valencia que partía como favorito. Por tanto, está claro que, temporada tras temporada, se están codeando con los mejores equipos del resto de España. Y eso invita a soñar.

Si siguen trabajando con tanto ahínco, más de uno de estos juveniles podría perfectamente hacerse con un puesto en el primer equipo. De esta forma, hasta se abaratarían costos y resultaría más fácil hacer las futuras plantillas. Con jugadores de casa de tanta calidad y un par de fichajes acertados, tendríamos un equipo más que competitivo. Es una estrategia muy inteligente, sobretodo hoy en día, teniendo en cuenta los presupuestos en que se mueven los equipos más grandes, totalmente desproporcionados. El Espanyol apuesta por la cantera y hace bien. Desde aquí mi felicitación para el entrenador, Ángel Pedraza, y todos sus chavales.