Cucharas de madera

No todos han hecho los deberes. Comencemos por los que más han dado el cante. La palma se la lleva el Barça, sin duda. Cuarto año sin nada que llevarse a la boca y cuarta inversión estrafalaria que arruina un poco más sus arcas. Para que las cosas vayan bien, se tienen que poner bien mal. De ahí el voto mayoritario a Laporta. Tiene buena pinta el nuevo presidente, pero me temo que con él tampoco van a tener paciencia. La simbólica cuchara de madera la debería compartir el Rayito. Se empeñaron en cargarse al bueno de Vázquez y acabaron en Segunda y pidiéndole que volviera.

Pero hay más. Gonzalo Antón, en Vitoria, pensó que la multiplicación de los panes y los peces, además de un milagro bíblico, era moneda de curso legal . Y, claro, ni panes ni peces. ¿A Segunda por austero o por rácano? No seré yo quien me cebe con uno de los pocos que no están en quiebra, pero algo se hizo mal. Suspenso también para el Atlético, por mucho que nos vendan la moto de que se consiguió el objetivo de la permanencia. Eso en un grande suena a ofensa, aunque vengas de la Segunda. Decepción valencianista. Si Benítez rebaja el grado de soberbia y sus directivos se rascan el bolsillo, las aguas volverán a su cauce. Al Recre, pese al descenso, aprobado.