Schuster ya ha dicho adiós al Xerez. Sus deterioradas relaciones con Gil Silgado, la falta de proyecto y la precaria situación económica son motivos suficientes: "No había base para seguir con la misma dirección que hay en este club. No quería pasar otro año entrenando así. La actual directiva no me ha dado ninguna garantía de cambio. Lo que pueden dar es lo mismo que este año y así no se puede hacer nada". El alemán sólo tuvo palabras de elogio para la ciudad: "Lo he pasado muy bien a lo largo de estos dos años. Creo que el público ha podido disfrutar de este equipo. Me apena muchísimo dejar al Xerez. El año pasado rechacé ofertas de Primera por quedarme en este equipo. Desde que llegué, me identifiqué con el club y creía que valía la pena luchar por todo lo que había aquí. Defender Xerez por España ha sido de lo más bonito. He soportado muchas cosas pero ya no podía aguantar más así".

El entrenador alemán también habló de su relación con Gil Silgado: "Simplemente, hemos ido siempre por diferentes vías. Cada uno tenía una forma de pensar bien distinta a la del otro. Así era bastante difícil estar de acuerdo. Por todo esto, he pensado que lo mejor era llegar a un acuerdo para el bien de todas las partes".

Manolo Ruiz, segundo de Schuster, se hará con las riendas del equipo hasta final de temporada. Una experiencia que ya ha vivido con anterioridad en dos ocasiones (después de las destituciones de José Enrique Díaz y Luis Miguel Gail. Ruiz asume el compromiso con serenidad: "Estamos para eso, para afrontar esta labor y asumir esta responsabilidad. Los entrenadores pasan y las personas del club deben hacerse cargo de esta situación. Es una cosa normal y no hay que darle una excesiva importancia. Hay que respetar la decisión de Bernd Schuster".