å Después de dos intentos fallidos, esta semana se han aparcado las celebraciones por anticipado. Es como si el equipo se hubiera vuelto a enchufar al ascenso.

—Yo creo que el equipo nunca se ha desenchufado del ascenso. Otra cosa es que el ambiente general esté más centrado en el partido del domingo que en las celebraciones. En eso sí percibo diferencia.

—Pero esta es la primera vez que se puede ascender antes de jugar.

—Si el Levante no gana el sábado, será mucho mejor, porque todo estará ya resuelto y habrá, lógicamente, más tranquilidad. Pero si gana en Ferrol, nosotros no podemos fallar ante el Albacete. Hay que asegurar el ascenso de una vez por todas, porque es algo que tenemos ahí desde hace tres jornadas, que lo tenemos matemáticamente en nuestras manos y que lo merecemos todos, la afición, el equipo y todos los que han estado alrededor. Del domingo no puede pasar. Y además yo quiero ganarle al Albacete.

—Láinez siempre alude a la afición, a esa deuda pendiente con la gente.

—Claro, porque lo de la afición este año es para quitarse el sombrero. Estar en Segunda con ese número de socios es impresionante y por eso buscaremos un triunfo para dedicarles el ascenso. A la afición hay que brindarle el ascenso cuanto antes.

—Lo de Leganés produjo una gran decepción. ¿Ha creado nervios en el vestuario?

—No, no hay nervios por no haber logrado el ascenso en las dos primeras oportunidades. Si a principio de temporada alguien hubiera dicho que faltando tres jornadas le íbamos a sacar ocho puntos al cuarto clasificado, más de uno se hubiera reído. La pena es que se haya retrasado tanto.