Un bus de tres pisos

Si algún día le falta trabajo a Lotina en España, que no dude en hacer las maletas y viajar a Italia. Allí tiene futuro. Que no olvide el vìdeo del partido de ayer. Es la expresión máxima del modelo Inter que tanto hemos criticado en sus dos últimas visitas a Valencia. Tan loable es su labor en Logroñés, Numancia y Osasuna como discutible su acuartelamiento en defensa con un equipo tan técnico y ofensivo como el Celta. Da rabia que la semilla resultadista, semilla del mal al fin y al cabo, prenda en nuestro fútbol. En su anterior visita a Madrid, los vigueses se llevaron los tres puntos del Calderón con un autobús de dos pisos. Ayer Lotina, en un ataque de miedo, añadió un piso más frente a Cavallero.

Sí hay que reconocer que el técnico vigués nos engañó a todos. No había preparado un dispositivo especial para Ronaldo. Simplemente había copiado la vieja táctica de Maguregui, la del murciélago, la de colgar a diez en el larguero. Podría parecer una crítica a Lotina, y no lo es. Cada uno es libre de administrar su patrimonio profesional como desee. En Galicia aún recuerdan las temporadas de Víctor Fernández en el banquillo, pese a no meter al equipo en Champions. El punto logrado por los gallegos con un lanzamiento a puerta en cien minutos de juego puede servirles o no, igual que al Madrid para ganar la Liga. Eso lo sabremos en breve. Las intenciones de Lotina las conocemos ya.