Ni el Niño ni el estadio Calderón

Hoy se presenta la alternativa a Gil. Vale. Es su hora. El presidente dejó la semana pasada el camino libre. Y les toca ahora a ellos explicar sus propuestas, las soluciones que proponen para un club cuyo principal paquete de acciones está embargado. Les vamos a escuchar con la atención y el respeto que se merecen quienes están dispuestos a trabajar para que el Atlético de Madrid salga de su crisis permanente y quienes ya han anunciado que pretenden abrir el club a sus socios y simpatizantes. Es una buena declaración de principios, pero harán falta otras cosas para ocupar la casa que ha manejado Gil a su antojo durante 16 años. Y lo primero de todo es dinero. A partir de ahí sí se puede construir una alternativa a Jesús Gil.

Todo lo que pase por arriesgar el patrimonio del club será visto con malos ojos por la afición. Y el patrimonio son sus jugadores y el estadio Calderón. El Niño Torres es sencillamente intocable. En este club la ilusión está en manos de ese chico que el sábado se nos pinto el pelo de Beckham. Todavía tenemos en la retina sus dos golazos al Villarreal y el entusiasmo que despertó en la grada. El Niño es el ojito derecho de todos los rojiblancos. Es el líder para cualquier proyecto atlético. Si el Niño es intocable, el Calderón debería serlo también. Sólo en ultimísimo caso, con la soga al cuello, podría entrar en juego el estadio. Ese es el desafío de la alternativa a Gil: buscar soluciones sin arriesgar el Calderón.