Yo digo Vicente Carreño

El camino perdido

Actualizado a

Noticias relacionadas

Aleluya. Setenta días después el Atlético se acordó de cómo se gana un partido. Y fue gracias a que Javi Moreno encontró, no se sabe cómo ni por qué, el camino que había perdido: el del gol. Y como eso, gol, es lo que le faltaba al Atlético desde que el Niño anda lesionado, pues tres puntos al bote. Y la salvación asegurada. Y a pensar en la próxima temporada y en arreglar los problemas, las broncas y los despropósitos. Y a hacer las cosas mejor, porque sin esos 70 días desastrosos este Atlético estaría luchando por la Champions, digan lo que digan los que se conforman con lo más fácil y cómodo. Los hechos son tercos y desmuestran que el sitio de este equipo estaba y está más arriba, por lo menos en la UEFA.

En Santander el Atlético tuvo otras vibraciones. Desde el principio. Movilla siguió escorado a la izquierda —cada uno tiene sus caprichos, vale—, pero como el calvo es divino, y tiene ganas y amor propio y no se esconde nunca, generó fútbol y ocasiones en cada balón que le llegaba. Y subió y bajó. Le salgan bien o mal las cosas, es un ejemplo a seguir. Pero ayer, claro, a quien hay que sacar del agujero es a Javi Moreno, porque goles son goles. Metió dos, uno de penalti —hay que meterlos, otros no pueden decir lo mismo— y tuvo un tercero, pero se le escapó la vaselina. No importa. El Atlético lo que necesitaba eran sus goles. Los encontró y ganó por eso.

Te recomendamos en Polideportivo