A poner cara de póker

La primera batalla está ganada. Es difícil ver a Marcello Lippi alterar el gesto. Y ayer lo hizo. Le molestaba que los periodistas dudaran de la alineación de Ronaldo. Efectivamente, no ha viajado para ver el Museo de Egipto, aunque con tanto hablar de Ronaldo, creo que el efecto despiste se ha conseguido. Y no resulta sencillo, más cuando hablamos de los italianos, maestros de la estrategia dentro y fuera del campo. Resumiendo, que a estas alturas de partido, el elegante técnico de la Juve tiene la cabeza como un bombo. Que si el Madrid va a jugar con tres centrales, que si Solari puede ser la sorpresa que esconde Del Bosque, que si Raúl vuelve con ganas, que si Ronaldo está totalmente recuperado pero lo ocultan... un verdadero lío. Esto influiría menos si los italianos tuvieran tan claro como el Madrid que hay que ir a por el partido desde el primer minuto, de cara.

Para no salirse de la linde, Florentino Pérez se apuntaba a esa pelea psicológica dando por seguro que su equipo pasaría la eliminatoria. No se prodiga mucho el presidente del Real Madrid como pronosticador pero ayer lo hizo, y con toda la intención. El equipo llega tan gastado mentalmente a esta cita que el trabajo sucio de marcar territorio se lo han dado hecho desde banquillo y los despachos. Hasta Vicente del Bosque, prudente donde los haya, dejaba claras las intenciones nada especulativas de su planteamiento.

Eso sí, ahora hay que pasar de las palabras a los hechos y esa labor es exclusiva de los llamados galácticos. Si a todo lo dicho, ellos añaden temple en la primera media hora de arreón juventino, la final estará un poco más cerca.