Sin ideas y sin juego

Sin ideas y sin juego

Duele ver al Espanyol jugarse la vida y que no tenga ni ideas ni juego para superar a un rival directo en la clasificación. La verdad es que me sorprendió ver que Javier Clemente colocó a tres centrales y dos carrileros de inicio. Es decir, cinco hombres de defensa más el doble pivote. Muchos destructores, cuando lo que realmente hacían falta eran constructores. Maxi Rodríguez no hizo un buen partido. Apenas vio la pelota. Savo Milosevic no remató a portería. Y así es muy difícil poder ganar un partido.

Iván de la Peña lo intentó en la segunda parte. En ésta, el cántabro se encontró con un rival muy duro en el centro del campo. No perdonaron nada. Cuando pensaba que podía irse de un rival, le atizaban una patada sin pensarlo. Pese a todo, Osasuna siempre dio más sensación de peligro. Sus contras impresionaron más que los tímidos ataques del Espanyol.

Nos vienen tres finales muy duras. Una en casa y dos fuera. La semana que viene ante el Valladolid, para comenzar. No será nada fácil. Los pucelanos, que comenzaron muy bien, tampoco quieren problemas en el final de temporada, aunque un error en el tramo final se puede pagar muy caro. De ahí que pienso que se verá muy poco fútbol. Los aficionados del Espanyol no merecen un final de campaña de infarto, aunque parece que nadie nos librará del sufrimiento final.