Un equipo absurdo

Ya se puede enfadar Gil cuanto quiera, y montar otro gori gori esta semana, que esto no se arregla con gritos. Ayer en Valladolid este Atlético de Luis dio otra vuelta de tuerca más a su línea de despropósitos. Y no es que sean tan malos como parece, que no lo son, es que están como sin energía, como si se hubieran desenchufado en cuanto vieron que la permanencia parecía asegurada. Y, encima, Luis hace unas alineaciones surrealistas.

Ayer ya se te caía el alma a los pies cuando veías cómo estaba colocado el Atlético. Por la derecha, Otero y Aguilera. Dos jovencitos con toque y velocidad. Por la izquierda, Carreras y Movilla. Sin palabras. Luis metió a Movilla en la banda para sostener en el medio a su pareja favorita: Albertini, que ni está ni se le espera, y Emerson, que ayer se puso las botas cambiadas de pie: todas se las daba al contrario. Y encima, Hibic, explícale cómo es eso del fuera de juego porque en el segundo gol no te hizo ni caso y dejó a Aganzo solo para fusilar a Esteban. Hay que estar atentos y salir todos a la vez, hombre. Si eso lo sabe cualquiera. ¿Y el fichaje estrella de la temporada? Javi Moreno, en el banquillo. Y cuando salió, nada. Un equipo absurdo. Así que mejor será que Gil deje de rebotarse porque las seis jornadas que quedan van a ser un calvario. Y a ver si en una de estas se equivocan y ganan un partido y se aseguran del todo la permanencia. ¿Y El Niño? Es la única esperanza. Vuelve pronto, Fernando.