El Zaragoza avanzó hacia el ascenso a Primera División. Ayer superó con claridad y solvencia a un Badajoz que comenzó el partido con muchas ganas y acabó absolutamente desorientado. El equipo pacense es el rival con el que todo cuadro querría medirse. Le gusta tocar tanto como dejar tocar. Además, cuando llega no define. Sólo fue capaz de dar un par de sustos. El Zaragoza, más práctico, jugó tan sólo lo suficiente como para ganar con comodidad. Fue, sin duda, el triunfo más tranquilo del año.

El Zaragoza pudo haber dejado más que resuelto el partido en la primera parte, aunque en la primera media hora el Badajoz se mantuvo muy firme. A ello contribuyó sin duda la espesura del equipo local en la circulación del balón. A Galca apenas se le vio y a Soriano se le multiplicaron las responsabilidades: tuvo que hacer su habitual trabajo de corte y confección y, además, tirar del equipo hacia adelante.

El Badajoz amenazó dos veces la portería de Láinez. Especialmente clara fue una incursión en el minuto 20 que culminó Xavi Moro con un extraordinario disparo junto al poste izquierdo. Pero todo cambió a partir del gol local. Soriano envió un gran pase en profundidad para Galletti, el argentino apuró hasta la línea de fondo y se sacó un centro al segundo palo que Cani remachó con violencia y precisión. El 1-0 cambió por completo el panorama y de ahí al final de la primera parte al Zaragoza se le acumularon las ocasiones, casi todas muy claras. En especial un penalti inexistente en el minuto 39 de Lucas Gatti a Iban Espadas que Soriano malogró con un disparo al poste.

En la segunda mitad, el Zaragoza aumentó su ventaja con un gol anotado desde el punto de penalti. Soriano, que había errado una pena máxima en el primer tiempo, estuvo muy sereno y lanzó el balón al mismo lado, engañando al meta Poli. Sobró la media hora final, con un equipo maño que siempre tuvo el balón y llegó con más claridad que su rival, muy ingenuo en los metros finales. Aun así, el partido todavía dejó un par de acciones de los pacenses, en las que Láinez siempre estuvo atento, y la ovación con la que la afición despidió a Cani, sustituido por Aragón.