La Liga sigue viva

Primera | Real Madrid 1 - Mallorca 5

La Liga sigue viva

La Liga sigue viva

MACARIO MUÑOZ, FELIPE SEVILLANO

Tres años después, el Mallorca vuelve a fulminar al Madrid en el Santiago Bernabéu. Etoo fue un demonio

No es lo que parece. Esta es una frase muy masculina, tal vez también muy femenina, pero es que yo no entiendo de mujeres, por más que lo intento. No es lo que parece: se utiliza cuando ella abre la puerta y usted está en la cama, o en el sillón, acompañado. Dejémoslo ahí, acompañado. De alguien. Cuentan que una vez esta frase tuvo sentido y que quien se encontraba en la cama, o en el sillón, acompañado, no hacía sino velar el sueño de una enferma (o un enfermo), o quizá arropaba a quien no podía hacerlo por sí mismo (misma), o no quería, o no quería usted, que usted es muy suyo.

No es lo que parece. Eso decía la cara del Madrid, o más bien la de Hierro, que para eso es el capitán, en lo bueno y en lo malo. Porque el 1-5, que además rima, es como pillarte en la cama con alguien y en este caso tengo que reconocer que con alguien que se te ha metido, porque tú no querías.

Ganó el Mallorca y sólo aspiro a que quien lo anote le ponga un asterisco porque no fue lo que parece, un baile, y confío en que quien lo lea dentro de muchos años se detenga en la letra pequeña y entienda que el Madrid no jugó mal, que lo hizo hasta bien, sobre todo en la primera parte y que luego se sucedieron los acontecimientos y, sin saber muy bien cómo, ella estaba metida en la cama, metidísima, porque fueron cinco y además tosía, por lo que no pudimos hacer nada, tan hermosa, nada más que quitarnos la ropa, para arroparla, no es lo que parece.

Muchos dirán ahora que fue la desidia del Madrid, esa distracción que siente cuando todo parece demasiado fácil. Acéptenlo si quieren, pero fue la vida. En este juego, que es el fútbol, la mayoría de las veces interviene el mérito y otras, menos, el talento, e incluso la suerte. Pero, de vez en cuando, también influye la vida. Y es cuando no se entiende nada. Como en la vida. Uno a cinco. Maldita rima.

Empezó marcando Ronaldo. Porque McManaman, a fuerza de no buscarse problemas, a veces hace cosas geniales. Le queremos. Porque, como no entiende, se le puede contar cualquier cosa, no es lo que parece. Dice mi amigo Phil Pickering que Ronaldo, además de bueno, es el tipo con mejor suerte del mundo. Debe ser verdad, sobre todo cuando lo dice un tipo que murmuraba "Beckham" cada vez que el Madrid centraba (mal) desde la derecha.

En el fondo no podía ser otro que el Mallorca quien venciera al Madrid, tres años después de haberlo hecho por última vez. A eso le llaman algunos justicia poética. Porque cuando los madridistas besaban el escudo, o el carné, no cabe más felicidad (1-0 en la primera parte y recital de Zizou-Guti-Ronie-Makelele-Luis-Michel), llegó Falconetti o Ángela Channing o el jefe de Homer Simpson, ustedes sabrán, y el Mallorca dio la vuelta a un partido que tenía perdido y humillado, ojo.

Así fue: la enchufó Pandiani, muerta como estaba, la clavó Riera después, un regalo de Etoo, y la metió después el mismo Etoo, igualito que Romario ante Alkorta (aún duele), al burlarse de Roberto Carlos (¡!), y éste a su vez remató en propia puerta un centro de Novo; al final fue Carlitos quien completó la rima.

¿Jugó mal el Madrid? No. ¿Perdió la Liga? Tampoco. Fue la vida. Esa cosa que nos empuja cuando remamos hacia el otro lado. No hay más explicación. Jugaron bien Zidane y Guti, tanto como Ibagaza y Etoo. Fue un gran partido, aunque ahora nos parezca un borrón, o una proeza en la historia del Mallorca, según se mire.

No es lo que parece. Pero explícaselo tú a la Real o al Depor, que abrieron la puerta y se encontraron, sin esperarlo, ese panorama de sábanas y desnudeces, esa escena de rubores y balbuceos. No es lo que parece, pero has perdido muchos puntos cariño, tres en concreto, no sé si podré perdonarte algún día, quizá dentro de siete jornadas.