La perla que golpea como Ballesteros

Suele decirse que el golf español vive demasiado pendiente de las hazañas de Olazábal, de los intentos de Sergio García y de los maravillosos recuerdos de Severiano Ballesteros. Es totalmente cierto. El golf entró en shock cuando el monstruo cántabro dejó de dar buenos golpes, al igual que el ciclismo, cuando Indurain decidió bajarse de la bici en aquella Vuelta de 1996.

Sin embargo, la cantera golfística suele sorprendernos con apariciones fulgurantes de chavales (y chavalas, llámese Paula Martí) que tienen toques de campeón. Uno de ellos es Pablo Martín Benavides, malagueño de 17 años, que acaba de deslumbrar en el Open de España (fue líder hasta la última jornada). Dicen de Pablo que es el nuevo Sergio García (él odia las comparaciones) pero con el swing de Seve Ballesteros. Un movimiento natural, nada mecánico, y que remata con un finish de escuela. Lógico. Cuando tiene el día, es imparable, como lo era Seve.

Martín (mejor que Benavides) quiere, ante todo, acabar con el dichoso bachillerato. Sabe que la vida del golfista es larga, como la de Nicklaus, pero él no es ningún Oso Dorado, y ya nadie asegura el dinero en un circuito profesional lleno de lobos.

Su camino hacia la dedicación plena va cumpliendo etapas. Ganó el British Boys, ahora va a por el British Amateur, antes de sacarse la tarjeta del dinero. Por ahora tiene que conformarse con los trofeos, a la espera de que el dólar llame a su puerta. Le siguen.