¿Cómo afronta el Rayo un partido que se antoja vital para su permanencia en Primera División?

Lo afronta con la idea de ganar jugando bien al fútbol. Pero también sabiendo que si no se puede haciendo lo segundo, lo primordial es vencer como sea. Hay que hacerlo por ese orden.

En caso de no conseguirlo, la situación sería angustiosa.

Una vez me dieron cuatro calambres nadando: en los brazos y en la piernas. Lo pasé mal, pero dije hostias (sic) aún tengo que hacer un montón de cosas. De hecho, me casé, tuve hijos... Por eso salí; no sé si fue nadando con las orejas. Con esto quiero decir que mientras hay vida hay esperanza.

Pero sabe que los números indican que el Rayo es el peor equipo de Primera.

Pues esperemos que después del partido podamos decir que ya no lo es.

¿Cómo le gustaría que fuese el guión del partido de su debut en Vallecas con el Rayo?

Quisiera que fuese un encuentro en el que el público se uniera al equipo, que fuésemos todos juntos en busca del mismo objetivo y que se consiguiera ganar. Repito que sería mejor hacerlo jugando bien para que esta circunstancia nos invite a pensar que no dependeremos sólo de la suerte.

Ha dejado fuera de la convocatoria a futbolistas importantes como Pablo Sanz y Helder.

En ningún momento he pensado que sean futbolistas que no valen, pero considero que lo harán mejor la próxima semana.

Pero sí ha citado a dos jugadores del filial ¿No es demasiado fuerte el salto de Tercera a Primera?

No lo creo. La forma de jugar no les será agresiva, porque están acostumbrados a ello. Yo no veo la convocatoria de Carlos y Agustín como una oportunidad para ellos, sino como una situación coyuntural. Tengo a mi disposición 45 jugadores, contando los del filial, y conmigo saldrán los que estén mejor. Demuestran madurez y cuento con ellos porque creo que dará su resultado.