Yo digo J. J. Santos

Pesadillas y sueños de Del Bosque

J.J.Santos
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Los recuerdos vienen cuando vienen y a mí me persigue desde hace horas la cara de Vicente del Bosque en París hace tres años. Acababa de ganar su primera Copa de Europa y le entrevisté para TVE nada más concluir la final con el Valencia. Tenía los ojos llorosos. Destilaba humanidad y agradecimiento. Se acordaba de su familia. El recio castellano que lleva dentro le impedía hacer el ganso. Ni saltos, ni fotitos con la Copa de Europa. Tres años después se juega tanto como entonces. No es una final pero tiene pinta. Como entonces, algunos le buscan las cosquillas acusándole de falta de carácter, de parquedad a la hora de buscar soluciones. Está molesto con algunas críticas pero se muerde la lengua. Cuando muchos recuerdan la gesta de Raúl y Redondo en la última visita a Manchester, yo apelo al sentido común de Vicente.

El técnico no suele sorprendernos con grandes revoluciones. Tampoco lo hará en Inglaterra. Lleva meses defendiendo que el equipo galáctico necesita la estabilidad que le dan dos medios centros del corte de Makelele y Flavio. Pero igual defiende la libertad de Zidane o la falta de presión de Ronaldo a los defensas rivales. Apechuga con todo y desde esa serena resignación sabrá cubrir la ausencia de Raúl para este partido. Florentino Pérez se ha cansado de decir que Del Bosque será el Ferguson del Madrid y el interesado nunca se lo ha acabado de creer. Tiene muchas horas de vuelo. Tantas como para no inquietarse por no haber renovado a dos meses del final de la temporada. En París, hace tres años, Lorenzo Sanz le renovó sólo horas antes de que se celebrara la final. ¿ Y por qué me acuerdo de todo esto?

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