Han tenido que pasar casi tres años desde su llegada a Valladolid para que la afición haya podido ver por fin al verdadero Dragan Ciric, ese joven jugador que a los 23 años destacó a lo grande en el Partizán y dio el salto al Barcelona, donde vivió a la sombra de Figo. De allí, un año al AEK y fichaje bien retribuido por cuatro campañas con el Valladolid.

Su estancia en Pucela tampoco ha sido productiva hasta el momento, donde cumple su tercera temporada. Si en la primera, con Ferraro, disputó 22 partidos y en la segunda, ya con Moré, sólo tres, este año lleva jugados doce encuentros.

Puede ser éste el momento de la resurrección de Ciric. Con un año más de contrato por delante, su partido realizado ante el Valencia le ha vuelto a poner en boca de todos. Su juego no sólo ha podido salvar al Valladolid en un momento muy delicado, sino al propio Moré, sobre el que se cernían negros nubarrones de no ganar al Valencia: "Yo no creo que le haya salvado la cabeza al entrenador. Soy un profesional y siempre hago mi trabajo lo mejor que puedo. Lo importante es que con ese triunfo estamos mucho más cerca de la permanencia".

Para Ciric, nada ha cambiado tras el partido del sábado: "No he cambiado nunca. Siempre he trabajado igual esperando mi oportunidad. Si supiera que mi situación puede cambiar por hacer una declaración fuerte, la haría; pero si ves que no puedes hacer nada, pues sigues trabajando. Hay una buena plantilla y cada uno tiene el derecho a pedir que le pongan. Lo he pasado mal y, aunque no he llegado a llorar, he pasado épocas muy tristes. Me he sentido incomprendido".

El jugador denunció al club por impago dos veces

Para colmo de males para el paso de Dragan Ciric por el Valladolid, el jugador se ha visto obligado a denunciar al club en dos ocasiones por impago de las cantidades correspondientes a sus derechos de imagen de la última temporada. En ambas ocasiones, todo se ha saldado de una manera amistosa entre jugador y club, habiéndose llegado a sendos acuerdos de pago aplazado entre el presidente del Valladolid, Carlos Suárez, y el abogado que representa al jugador, Fernando Pérez Espinosa. El motivo de que las dos demandas fuesen interpuestas en los juzgados obedeció a que si no se llevaban a cabo antes de una fecha límite, la reclamación posterior del dinero adeudado sería imposible, ya que la deuda prescribiría por ley.