La Real no es el rival del Madrid

Después del 4-2, en San Sebastián se vive en un estado de euforia increíble. Nadie pensaba que a falta de nueve jornadas para el final los blanquiazules iban a tener opciones en la Liga. El objetivo de los donostiarras ha cambiado. En la jornada uno era la permanencia. Después, conseguir un puesto en Europa. Más tarde, un puesto en la Champions. Y ahora mismo es ganar la Liga aunque suene fuerte. Los donostiarras van a luchar por el título con el Deportivo y el Madrid en una pelea en la que la Real no contaba. Al principio se le veía con simpatía pensando que ya pincharía. Pasaban los partidos y todos vieron que acababa invicta la primera vuelta, que le sacaba cinco puntos al Madrid y se empezó a considerar a la Real como el máximo rival del Madrid por el título. Esta presión desestabilizó a la Real que vio como llegaron las derrotas, los arbitrajes sospechosos con penaltis en contra, uno en el último minuto, y la presión de ganar los domingos, después de las victorias del Madrid los sábados.

Todo esto hizo volar puntos fáciles y de ello se benefició el Madrid. Ayer la Real demostró que quiere ser campeón. Pero no debe equivocar el camino para conseguirlo. Ser el rival del Madrid le ha desgastado. No debe entrar en la pelea de presión que le dicta el conjunto blanco. Debe ir partido a partido, sin ninguna obligación, pensando que el objetivo está cumplido. Sólo así podrán aguantar la presión de estas nueve jornadas que restan para el final y ser campeónes. Que así sea.