Los Begoña se retan en Primera

Cuando Ibon e Iker Begoña daban sus primeras patadas al balón en Bilbao soñaban con jugar algún día juntos y en Primera. Su primer deseo aún no lo han podido cumplir pero el domingo, por fin, se enfrentarán por primera vez en partido oficial en un partido tan importante para el Alavés como para el Recreativo en su lucha por la permanencia. "Será un partido especial. Lo son todos en Primera pero para mí, tener a mi hermano enfrente y tener la posibilidad de enfrentarme a él después de que en la ida no pudiéramos es algo bastante especial; aunque ya sabíamos que teníamos que enfrentarnos este año y quizás lo sea más para mi familia porque van a poder vernos a los dos", señaló Iker Begoña.

A bastantes kilómetros de Huelva, su hermano Ibon suscribe las palabras de Iker: "A pesar de que casi siempre hemos jugado cerca uno de otro nunca nos enfrentamos oficialmente y por eso va a ser un partido con un sentimiento especial".

Las últimas jornadas parecen haber cambiado los papeles tradicionales en esta familia de futbolistas. Porque hasta hace poco era el mayor, Ibon, el que aconsejaba a Iker. "Es su primer año en Primera, es más inexperto e intento ayudarle en todo lo que puedo", señala el alavesista, quien no oculta que fue él mismo quien aconsejó a su hermano que fichase por el conjunto recreativista: "Es mi segundo equipo, le tengo muchísimo cariño".

Eso sí, el Alavés se ha complicado muchísimo la vida en las últimas jornadas e Iker sabe que su hermano no atraviesa su mejor momento: "Ahora tampoco está como para muchos ánimos porque su situación es también complicada". Para Iker Begoña, que no siente haber pagado con la suplencia el nefasto partido del Recre en Mendizorroza aunque desde ese partido perdió el puesto hasta que lo recuperó a principios de año, el Alavés "está en un momento malo y preocupante, pero no podemos olvidar la imagen que dimos nosotros y ahora llevamos seis partidos sin perder",

Por su parte, el alavesista reconoce que el encuentro ante el conjunto de Lucas Alcaraz es vital para el equipo vitoriano: "Nos medimos a uno de los rivales directos más peligrosos. Ellos llegaron a un punto de inflexión, tocaron fondo y a partir de ahí todo fue mejor, perdieron los nervios, cogieron confianza. Antes estaban casi desahuciados, todo el mundo decía que descenderían el Recre y dos más, pero ahora vienen muy fuertes desde abajo, con confianza y es uno de los ocho o 10 rivales directos que se van a meter ahí al final que más fuerte está". Ibon tiene muy claro qué espera a final de temporada: "El mejor regalo para los dos sería lograr la permanencia, aunque los dos sabemos que va a ser muy difícil". Cuando termine el partido uno de los dos hermanos tendrá que hacer frente a su apuesta: "El que gane invitará al otro y a toda la familia a comer".