Empate y gracias
El partido de ayer no fue para echar cohetes. Es más, fue tan frío como la noche de Montjuïc, más gélida de lo habitual, que tiene tela. El 0-0 es un buen resultado si nos atenemos a lo que sucedió. Empate y gracias sería un titular de prensa que resumiría el partido. Ninguno de los dos equipos tuvieron grandes ocasiones de gol, pero el Celta estrelló dos veces el balón en los palos de la portería de Toni y eso ya es algo. En cambio, el Espanyol no creó ocasiones tan claras en todo el encuentro y se va con algo positivo, un punto.
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El Espanyol intentó jugar al toque, pero no le salió el experimento. El Celta, todo sea dicho, es de esos equipos que te deja pasar varias veces sin tener a un hombre encima. Parecía, por este motivo, que ambos equipos podían disfrutar de una noche de goles. La ausencia de presión, no obstante, no se convirtió en tantos. Además, los españolistas no tuvieron ni un resquicio de profundidad, algo que le restó intensidad al encuentro.
Con Morales y Milosevic en el campo las cosas fueron a mejor, con más presión y alguna falta peligrosa. Pero el gol tampoco llegó. Ningún jugador del centro del campo fue capaz de dar un pase claro a los delanteros y así no se puede marcar. Ni contra el Celta, en el que defienden sólo seis jugadores. Pero se ha logrado un punto, que , visto lo visto, parece bueno.
