Cara de vacaciones

El Atlético camina hacia la tranquilidad. Se le escapan los de arriba y a los de abajo hay que mirarlos con catalejo. Así que a Luis y a los suyos se les avecina un final de campaña cómodo, con los pies encima de la mesa y mirando cómo silban las balas por todas partes. Ayer el Atlético tuvo la ocasión de dar un saltito más hacia arriba, porque este Rayito no está para demasiados trotes. Pero falló. Un punto a estas alturas del campeonato es un bagaje demasiado corto. Punto a punto no se llega a la Champions seguro, y quizá tampoco a la UEFA.

En Vallecas el Atlético empezó bien, con Movilla muy activo, bien situado, controlando el juego. Y Coloccini, excepcional. Cada día se le ve mejor y ahora sí que recuerda al que causó sensación la pasada temporada en el Alavés. También Jorge hacía sus pinitos y buscaba el pase de gol para sus compañeros. Pero no era el día de los delanteros. El segundo tiempo ya fue un correcalles. Al Atlético le dio una bajada de tensión, eso que le ha pasado tanto a lo largo de esta temporada. También le sucedió en Huelva y el Recre le metió tres. Pero este Rayo de Benítez no tiene pegada. Cuando el Atlético se fue del partido, los vallecanos también fallaron sus ocasiones. Aquello no tenía más remedio que acabar en empate. Y eso es lo que sucedió. No le vale a ninguno de los dos equipos. El Rayo mira un poco más a Segunda y el Atlético tiene cara de vacaciones. Y quedan once jornadas.