La situación es como sigue: Pavón continúa con molestias (contractura en el abductor de la pierna izquierda) y ayer sólo se entrenó 20 minutos; hoy se le hará una última prueba antes del partido. La idea es forzar su recuperación, pero sin pasarse, porque una recaída contra el Racing obligaría al Madrid a recibir al Milán con un único central, Rubén (que además tiene un dedo roto o casi), porque César Navas no está inscrito en Champions. En estas dramáticas circunstancias Pavón es Beckenbauer y usted un reservista.
Y en estas mismas circunstancias llega el Racing de Piterman de Santander (por ese orden, me temo), que se presenta en el Bernabéu sin Munitis, creo. Porque el caso es que Munitis ha viajado a Madrid y Piterman no lo descarta (Chuchi Cos, sí). A Munitis, no sé si lo he dicho, le duele el quinto metatarsiano, que es un dedo del pie, y meñique, seguramente nuestro apéndice menos conocido. Qué decir tiene que en Barcelona ya insinúan que el jugador, que cobra el 60% de su ficha del Madrid, se ha borrado (ganas de enredar).
Salvo sorpresa, Pablo Lago o Pineda sustituirán a Munitis. No jugará, en cambio, el uruguayo Regueiro, autor de varios trajes a la defensa del Madrid en el partido de ida (2-0). Pitercos lo reserva para las segundas partes. En el centro de la defensa estarán Juanma y Moratón (este tocado), dos centrales con buena pinta, y no lo digo por molestar. Arriba, Javi Guerrero, fino delantero, aunque poco aguerrido.
En el Madrid vuelven Figo y Makelele, con lo que se completa la galaxia. Y recuerdo que Ronaldo está juguetón. Pero hoy las miradas se fijarán tanto en lo que pase arriba como en lo que suceda abajo (Piterman incluido). Por allí se examinarán Rubén y/o César Navas. Será como Operación Triunfo, pero sin ñoñerías. Y sin Beth.
