"Yo era boxeador antes que portero"

¿Cómo se hizo portero de fútbol sala?

—Yo practicaba boxeo desde muy joven. A los 19 años lo dejé y probé a jugar al fútbol sala, deporte que combinaba con el boxeo. Resultó que se me daba bien y, además, en los equipos en los que empecé quedaban siempre primeros. Así que poco a poco me metí a fondo y hasta hoy.

¿Su complexión física ha sido siempre así?

—Sí. He hecho siempre mucho deporte y el boxeo me hizo coger peso. Hace cinco años bajé 30 kilos, pero perdí fuerza y no respondía físicamente al nivel que lo había hecho antes. Por eso volví a mi estado natural y desde entonces me apodan Ciccio (de chicha).

¿Si?

—Bueno, mi carrera sufrió un parón en 1999 durante más de un año motivado por un grave accidente de tráfico. Iba a 140 con el coche y me estrellé. Estuve seis meses sin andar, me rompí los huesos de medio cuerpo y sufrí encharcamiento de un pulmón. Pero soy muy cabezota, tengo mucho tesón y me machaqué para salir adelante. Lo consiguí al año y empecé a jugar con un equipo llamado Divino Tesoro, un histórico de Roma y de 1ªA subimos a la Serie A.

¿Y cómo es Angelini como portero?

—No soy un prodigio sacando y tampoco voy bien con los pies, pero bajo los palos tengo mucha intuición además de flexibilidad a pesar de mi peso.

¿Y qué sensaciones tuvo ante España?

—Fue un día muy bonito para mí. Una alegría inmensa. El partido lo viví con mucha tranquilidad, porque soy un tipo que no se pone nervioso. Cuando marcamos el 1-0 tuve buenas sensaciones y pensé que podíamos ganar, a pesar de que me producían muchísimo respeto porque es el mejor equipo del mundo, como se vio en Guatemala.