El fútbol es para pillos
Pateé muchos años por el fútbol español y siempre pensé que el fútbol es para los pillos. Y en Sevilla hay muchos. Siempre fue así. Con pillería, artimañas y juego trabado consiguieron vencer a un Espanyol que mejoró mucho, pero que jugando así no va a ningún lado. Pues el partido de ayer fue eso, un incesante goteo de interrupciones que siempre favorecen al equipo local, que además había tenido la fortuna de adelantarse en el marcador.
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En el Sevilla Notario es un caso aparte me gustó mucho el juego de Reyes. El que avisa no es traidor. Volvió locos a Domoraud y Morales, que nunca pudieron frenarle. La defensa del Espanyol tiene un defecto evidente desde hace tiempo: que se desquicia con facilidad. Y así fue. Entre Reyes y Gallardo se bastaron para poner las cosas claras y desequilibrar el encuentro. La primera parte fue un ejemplo vital para el que quiera aprender cómo se salva de un descenso. Pasión, entrega y desborde por bandas.
Al Espanyol... uf. Le costará recuperarse de los dos últimos mazazos. Primero el derby, y luego la derrota ante un rival tan directo en la clasificación. Clemente deberá trabajar en recuperar la moral de Tamudo, al que veo algo descolocado. Tiene mucho campo que abarcar y cuando llega arriba ha perdido el fuelle. Tiene que jugar más arriba y tratar de marcar pronto.
