Zidane y Rosicky entre algodones

Liga de Campeones | Real Madrid - Borussia

Zidane y Rosicky entre algodones

Zidane y Rosicky entre algodones

a. aparicio

El francés vuelve tener molestias en la espalda. El checo no se entrenó ayer, pero jugará. Preocupa el gigante Koller. Hoy podría volver a nevar.

Vuelve la Champions y es como si volviera todo, como si lo anterior, lo de hace dos días, hubiera sido un partidillo de esos en los que vale jugar con las paredes, un pasar el rato, algo divertido, no digo que no, pero absolutamente menor. Luego dicen que la prioridad es la Liga: ja.

Regresa la Champions tras el parón invernal y nos encontramos con que caen chuzos de punta, el mundo está loco y el ozono es de ganchillo, tanto flus-flus. Y hete aquí que llegan los alemanes, lo que así expuesto ya da escalofríos, tal vez porque un alemán, como concepto, sigue siendo un tipo enorme, entre rubio y pelirrojo, con piel de quisquilla y que balbucea "gustar paella"; algo así, para entendernos, como Kahn.

Esto, y lo digo mirando a la embajada, responde a viejas taras (Vente a Alemania, Pepe), incluso a ciertas resonancias idiomáticas que los hacen amenazantes a ellos (teutones) y sugerentes a ellas (teutonas); pura ficción, por tanto. De hecho, el más alto del Borussia Dortmund es checo y los que más corren son brasileños, aunque me temo que hay esencias que se contagian.

Todo para decir que el Borussia es un equipo temible, campeón de la Bundesliga, con jugadores que hacen daño con el cuerpo (Koller) y otros que lo hacen con la mente (Rosicky). Este último llega tocado, sin entrenarse hace un par de días por un golpe en el tendón de Aquiles, pero trae fama de genio y jugará seguro.

En el Madrid es Zidane quien vive entre algodones, otra vez con problemas en la espalda. Ayer se entrenó y salvo recaída también estará sobre el césped. Porque la situación en la que el Madrid afronta el partido (una derrota en Milán y un empate en casa ante el Lokomotiv) convierte la victoria en imprescindible. Bien lo sabe Del Bosque, que no convoca a los centrales de la cantera: si Helguera o Pavón se lesionan será Makelele quien ocupe su puesto.

Será una noche para verificar la talla de Metzelder, central que gusta al Madrid, y también para comprobar si la debilidad del Borussia se concentra en sus laterales, muy festivos. Será una noche fría (de 0 a -2º), quizá con nieve, en la que habrá que estar atentos al árbitro, hoy es San Gabino.

Por cierto, Del Bosque, harto de que le busquen las vueltas, recomendó ayer leer los cuentos del Conde Lucanor. En uno de ellos, al que se refiere, un hombre y su hijo son criticados primero por no montar en un burro (qué tontos), luego por montar uno (que si el niño va andando, que si el viejo no debe caminar) y luego por montarse los dos (van a reventar al borrico). Moraleja: "hagamos el bien según nuestra conciencia y despreciemos las hablillas de la gente". Esto, estarán de acuerdo, es mucho más inteligente que pedirle el carnet a un periodista.