"En el colegio me llamaban matado"

¿Ha cambiado mucho su vida desde que es campeón del mundo?

—El estilo de vida de entrenar, dormir y comer no ha cambiado. En cuanto a la popularidad ahora me reconocen más, pero a nivel de contratos sí esperaba que me hicieran más caso.

¿Se siente pionero de su deporte en España?

—En cierto modo sí porque he sido el primero en cosechar éxitos destacados. Al principio mis compañeros de colegio me llamaban matado porque además de ser un deporte poco conocido, veían que entrenaba mucho y que nunca ganaba nada.

¿Por qué el triatlón?

—Desde pequeño nadaba, montaba en bici y corría. Lo mejor del triatlón es que te deja compaginar los tres deportes.

¿Y lo peor?

—La soledad. Cuando empecé tenía que entrenarme solo. Luego en la competición también estás solo. Si hay algo que envidio profundamente en el ciclismo es el calor de equipo.

¿Qué se considera mejor nadador, ciclista o atleta?

—Mejor ciclista, atleta y nadador, por este orden.

¿Ha pensado en dedicarse sólo a uno de los tres?

—A menudo siento la tentación por ver de qué soy capaz. Pero dura poco. De momento, lo mío es el triatlón. En el futuro...

¿Entrenar tres deportes a la vez no le crea estrés?

—Es complicado. Tú nadas durante tres horas y a media mañana tienes que cambiar el chip y ser ciclista, dormir la siesta y después ser corredor. Es bastante estresante.

¿Qué sintió al enterarse del desastre del Prestige?

—Mucha tristeza. Hay lugares por los que antes iba con la bici y ya no voy porque el olor es insoportable y te echa para atrás.

¿Cuáles son sus planes de competición más inmediatos?

—El 26 de abril estaré en la Copa del Mundo de Florida. Después vendrá el Europeo en junio y el Mundial en diciembre.

¿Cómo afronta Atenas-04?

—Con las mismas ganas con las que fui al mundial. A tope.

¿Se ve en 2012 y en Madrid?

—Me encantaría. Unos Juegos y en España... Entonces tendré 32 años. Mientras el cuerpo aguante, estaré aquí. El tiempo y las lesiones lo dirán.