Les comen la moral

Decía Del Bosque que le daba miedo el partido de Pamplona. Visto el partido, a sus jugadores les daba terror. No tanto por la presión del rival ni por las características del terreno de juego y sí por la presión que ejerce la grada. Coplillas, insultos, ingeniosos pareados, continuos abucheos...lo mismo que hace el pequeño sector de ultras en el Bernabéu. Pero en El Sadar es todo el campo a coro, todos a una. Le tienen gato al Madrid y saben que ellos achantan más que el juego de su equipo. Saben, además, que el rival entra al trapo desquiciándose, perdiendo los nervios y la concentración.

En Pamplona perdió la Liga el pasado año el Madrid y ahí ha podido comenzar a perderla esta temporada. Curioso que las dos derrotas del Real hayan llegado ante equipos norteños, rocosos, que pelean por no descender y no esconden más cartas que la pelea, la presión y el incondicional apoyo de la grada. Le cuesta al grupo de galácticos ponerse el mono de trabajo. Y eso se paga en nuestro Campeonato. Viendo la impotencia de Figo cuando le enseñaban la roja (ayudado por el teatro de un compañero ) y el pitorreo del público cuando se marchaba a vestuarios, se resume una derrota antes vista y para la que, curiosamente, no parece encontrar antídoto el técnico madridista.