Con buena nota

Una lástima. El Atlético empezó de lujo. Veinte minutos espectaculares. De fútbol de verdad. Ahí debió poner los mimbres de su victoria. No lo hizo. Y luego se le fue escapando el partido entre las manos, sobre todo después de que Correa fallase un penalti —gracias, Burrull— . En esos primeros veinte minutos el líder parecía el Atlético y la Real, un equipo agazapado y sorprendido.

Después cambiaron las cosas, llegó el regalo de todas las jornadas—Santi volvió a mostrarse generoso y la Real se adelantó en el marcador—. Y ahí salió el Atlético aguerrido y alocado, que equilibró el duelo y luego se dejó escapar la victoria, sobre todo porque ya la Real se había asentado en el campo. Y demostraba todas las razones que le han llevado a acabar la primera vuelta sin conocer la derrota. Una Real espectacular, campeón de invierno con todo merecimiento y firme aspirante al título de Liga.

El Atlético, pese a la derrota, ha salvado la etapa reina con buena nota. Y ya empieza a tener personalidad de equipo. Necesita tiempo, pero cada vez menos. La portería sigue siendo un lujo, con el Mono o con Esteban. Tanto monta. Ayer el Mono se permitió el lujo de hacer una parada sin manos, con el pecho. Casi se le cuela. Él es así y así hay que aceptarle. Quien puede que no resista tantas excentricidades es el marcapasos de Gil.