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La alegría del pueblo

Manoel dos Santos fue el séptimo hijo de un vigilante nocturno de la población brasileña de Pau Grande. La poliomelitis infantil dejó a Mané huellas irreversibles en sus miembros inferiores y sus compañeros de juego le bautizaron con el apodo de Garrincha, nombre del pajarillo tropical al que se parecía en sus exóticos movimientos. Fluminense, América y Vasco da Gama le rechazaron por su aspecto débil y contrahecho. La insistencia de un amigo le hizo probar en Botafogo y allí el jovencito demostró que el dribbling no tenía secretos para él. Corría y saltaba como una gacela y su potencia muscular, nacida del esfuerzo para superar los defectos de la poliomelitis, le otorgaba una capacidad de arranque insospechada. Sus éxitos le llevaron a la canarinha, con la que debutó en Maracaná el 18 de septiembre de 1955, contra Chile.

En 1958 los psicólogos recomendaron su eliminación de la lista de seleccionados para el Mundial de Suecia ya que le adjudicaban una edad mental de ocho años. Sin embargo, Feola apostó por su inclusión. En el tercer encuentro, sus compañeros exigieron que figurase como titular y Brasil se proclamó campeón. En Chile ‘62 ya estaba consagrado y su presencia fue definitiva para alcanzar el bicampeonato. Ante la lesión de Pelé, demostró unas cualidades extraordinarias y se hizo merecedor al sobrenombre de La Alegría del Pueblo.