Y encima llega Jabo

Tantos líos, enfados y amenazas —me voy pero me quedo— nos han amenizado la semana y casi nos han hecho olvidar que llega el Depor de Jabo. Y no era para tanto, porque Gil es Gil y ha acabado pidiendo perdón como si fuera un chiquillo. Así que ahora de lo que se trata es de no caer en las trampas de Irureta y su Depor. Un señor entrenador y un equipazo. Jabo, que es de la casa, es un experto en pasar desapercibido, se tapa y cuando menos lo esperas se lleva la cartera como si no hiciera nada. Para mí que debe de estar frotándose las manos con los follones de esta semana en el Calderón. Él preparando sus maldades —deportivas, claro— y por aquí, con el ceño fruncido, en plan pataleta y jugando a si me voy o si me quedo. Y todo para nada. Al final, rollo y humo.

Hoy, si no hay cambio de última hora, Luis parece que va a apostar en el ataque por la juventud y la calidad: José Mari, Jorge, El Niño y Luis García. Bien. A mí, y lo digo antes de que ruede el balón, me gusta. Son cuatro jóvenes brillantes, cuatro futbolistas de los que se puede esperar lo mejor. Son un lujo del fútbol español. Si llegan balones, y conectan, y tocan y se encuentran, este Atlético no tiene nada que temer. Ni siquiera al gran Irureta.