Primera | Osasuna 0 - Rayo 1
Julio Álvarez volvió a dictar sentencia
Un gol de falta del centrocampista dio el triunfo al Rayo en El Sadar.
Suelen decir los técnicos, sobre todo cuando les son desfavorables, que las estadísticas están para romperlas. El Rayo hizo añicos ayer la que reflejaba que nunca había ganado en Pamplona en un partido de Primera. Un gol de Julio Álvarez ya lleva ocho certificó el triunfo del cuadro madrileño, en un encuentro demasiado trabado, en el que Osasuna no se encontró cómodo en ningún momento y en el que el Rayo acertó su ocasión más clara.
Al equipo madrileño le van las distancias cortas. Las situaciones le son favorables cuando el adversario siente el aliento de un rayista en el cogote. Ayer lo bordó en este apartado en la primera parte y echó mano del pundonor cuando las fuerzas comenzaron a flaquear y se dejó mecer por la suerte cuando fue necesario. En el primer periodo no dejó que Osasuna maniobrase ni que desplegase su juego de acoso y derribo que suele practicar en El Sadar. Y, además, le sobró con tener una oportunidad para transformarla. Julio Álvarez se reencontró con el gol otra vez a balón parado, y van seis de esta factura, aunque no fuese de penalti marcó en el lanzamiento directo de una falta al borde del área.
Ni Reyes ni fortuna
Osasuna se encontraba incómodo. Ni la proximidad de la festividad de los Reyes le hizo encontrar una varita mágica para lograr la fórmula que le permitiera penetrar entre la defensa franjirroja. Lo intentó, sí; incluso lo consiguió alguna vez, pero entonces apareció Etxeberria o la parte exterior del palo, como le sucedió a Rivero, para amargar de nuevo la vida. En el duelo de sufridores, el Rayo supo serlo más y, además, tener la fortuna de su lado.
A la osadía de Javier Aguirre de alinear en la segunda parte a tres jugadores con cartel de delanteros, respondió Fernando Vázquez situando a tres centrales para equilibrar la teórica desigualdad. La diferencia fue que mientras que los jugadores del cuadro navarro no supieron mantener los nervios controlados, los del once madrileño no perdieron la calma en ningún momento.
La victoria del Rayo, la tercera de la temporada a domicilio, le sirve, además, para salir de los puestos de descenso y para sujetar a un Osasuna que se había subido a la escalera hacia la salvación después de haber obtenido el triunfo consecutivamente en los tres encuentros anteriores que tuvieron a su feudo como escenario. Definitivamente, el mes de enero le va al Rayo.
Bolo jugó su partido 150 en Primera
Jon Pérez, Bolo, jugó ayer 19 minutos en El Sadar. No fueron muchos pero los suficientes para acreditar que ya ha disputado 150 partidos en Primera División. Con el Athletic fueron 41 y con el Rayo 109. En ellos consiguió 28 tantos y dio 11 pases de gol.