Cosas que no me gustan: que no sonrían más, que no se rían nunca, que hablen poco, que tengan miedo, que no encajen una crítica, que no encajen media crítica, que no firmen más autógrafos, que no convoquen a Cambiasso, que se enfaden tanto, que no se paren a hablar, que los números de las camisetas parezcan de Alcatraz, que los jóvenes se comporten como viejos, que los viejos nieguen serlo, que haya que pedir audiencia, que si te la dan haya que ser pelota, que no corran todos, que no den besos, que no den gracias, que se tolere a los ultras, que no quiten sus banderas, que no juegue Miñambres, que no se acerquen más a los niños, que les griten las niñas, que no me griten a mí, que no salga Portillo, que no ficharan a Ballack, que no comprendan mi envidia, que no me dejen jugar.

Cosas que me gustan: la amabilidad de Del Bosque, la paz de Casillas, la guerra de Raúl, caerme cuando quiebra Figo, la alegría de Roberto, que exista Zidane, que lo hayan traído, que el Bernabéu suspire cuando para la pelota, que no sea pelota, que hable Valdano, que haya noticias, que fiche Florentino, que se la pongan a Ronaldo, que corra, que llegue, que sea puntual, que siga cantando Plácido, que vistan de blanco sin rayas, el brillo de la hierba iluminada por los focos, que cuenten con Di Stéfano, que luchen por salvar el basket, que Guti resista, que jueguen contra el chapapote, que traigan niños de Ucrania, que se involucren, que el Bayern sea peor, que todos los buenos quieran venir, que hayan venido, que yo haya coincidido, poder contarlo.