Gloriosos veteranos
A lo largo de casi 100 años la historia atlética se ha escrito al unísono por sus directivos, sus técnico, sus jugadores y sus aficionados. Con mayor o menor acierto, pero siempre con un criterio de superación. Todos han sido importantes en el devenir del Club, pero los que han saltado al terreno de juego, desde las irregularidades lejanas de la dureza pétrea del campo de la Ronda de Vallecas al cuidado césped actual del Vicente Calderón, son los máximos intérpretes del próximo Centenario. Desde hace varios años funciona con gran eficacia la Asociación de ex jugadores rojiblancos. La preside un eurocampeón como Feli Rivilla y en su directiva aparecen los nombres de prestigiosas figuras de la historia atlética.
Ayer se reunieron en su tradicional asamblea y trataron, entre otros temas, de las próximas celebraciones centenarias. Son conscientes del carácter popular que deben tener los festejos y quieren cooperar al éxito de los mismos. Su pretensión es muy simple. Los veteranos jugadores colchoneros deben tener su protagonismo; primero ante la afición que les admiró; después entre ellos mismos. Una jornada en la que se reencuentren los viejos compañeros. En la que jugadores de distintas generaciones se conozcan entre sí; en la que recuerden entre ellos los momentos en que vistieron la gloriosa camiseta rojiblanca. Sería justo y sobre todo emotivo que personajes que viven alejados de España volviesen a Madrid para disfrutar del acontecimiento. Me vienen a la memoria los nombres de Griffa, Ramiro, Benegas, Ayala, Panadero o Leivinha que viven allende los mares. Y más próximos geográficamente los de Lozano, Pazos, Jones, Alberto, Irureta, Melo, Eusebio, Marcial... todos ellos historia viva del Club.
Ya no están con nosotros los pioneros, ni la maravillosa generación del 26, ni los aviadores de los primeros títulos (Gabilondo y Germán afortunadamente sí), ni Larbi Ben Barek. Pero los restantes deben tener su gran momento y compartirlo con los viejos aficionados y con los más recientes, que, directamente o de oídas, recuerdan sus éxitos y les gustaría agradecérselos de nuevo.