Psicosis blanca

Psicosis blanca

El proyecto Imbroda ya tiene agujeros, como los tuvieron los de Obradovic, Scariolo y otros entrenadores que no lograron continuidad en el Real Madrid. No sería extraño que, una vez más, el club blanco se pusiera nervioso e hiciera lo de siempre: borrar la pizarra, empezar desde cero. Y ése es precisamente el error: trabajar sobre ruinas, no conservar lo positivo de cada ciclo. En su urgencia por rectificar, por salir del atasco, el Madrid de basket se va rodeando cada vez de más escombro, se está sepultando a sí mismo.

Scariolo, buen entrenador, fracasó por su duplicidad de cargos (director/entrenador) y por su arrogancia, pero le echaron, precisamente, cuando tenía un buen proyecto en la carpeta, cuando había aprendido de sus errores. Este era su equipo para el futuro: Bennett, Victoriano, Montáñez (como relevo de Alberto Angulo en el 2003), Delfino, Fotsis, Mumbrú, Lampe, Vujcic, Bueno, Sonseca, Turkcan y Oberto. Un equipazo, con presente y con futuro.

Entró Imbroda, y el Madrid echó a la papelera casi todas las negociaciones de Scariolo, algunas ya culminadas (Delfino, Montáñez, Bueno, A. Angulo...) y otras a falta de firma (Oberto, Bennett, Fotsis, Turkcan...). Enroque espectacular Angulo/ Herreros, fichaje urgente de tres ex barcelonistas (Hawkins, Digbeu, Alston) y ampliación a Tarlac. Más saltos al vacío. Improvisación. ¿Hasta cuándo?