Pollo y pepitoria

Nos advierte a los atléticos Pepe Domingo Castaño desde su columna radiofónica : "Cuidadito con la euforia. Sólo tenemos el pollo, nos falta la pepitoria". Guardo estas palabras del bueno de Pepe Domingo, al que imagino en su sosegado retiro de Mera, abatido, indignado y dolido, sintiendo la inmensa y negra tragedia que sufren sus gentes, su mar y su pueblo. Pienso en lo dicho por Pepe y me digo a mí mismo que no tenemos razón para sentirnos eufóricos. Disfrutamos de una posición de privilegio para nuestros méritos, algo tan cierto como la indefinición en el juego que arrastramos cada domingo y la ausencia de las vibraciones que el equipo provoca en la paciente afición.

Solamente los destellos del imprevisible y estético Torres y los felinos reflejos que atesora bajo los palos esa revelación llamada Esteban son las únicas sensaciones que nos suelen sacar del marasmo en el que nos encontramos. Las aseveraciones de corte doctrinal de Luis Aragonés cuando calcula los puntos que nos faltan para la permanencia son la mejor receta para evitar los males de altura. Coincido con él y seguir en Primera División sería el mayor de los éxitos. El entusiasmo parece estar reñido con estos tiempos en los que por muchas mejillas caen sucias lágrimas de chapapote. Como por las de Pepe Domingo. Como por las de todos.....