A base de ritmo medio

A base de ritmo medio

Nada sorprendió en el Arsenal anoche en Highbury. El equipo de siempre con un ritmo medio de juego y precipitaciones, bastantes, por cierto. Mucho pase en corto y jugadas muy masticadas. El más puro estilo Wenger, en definitiva. Ni siquiera ante diez en el tramo final del partido, tras la expulsión de Angulo, el Arsenal fue un equipo agresivo, como si confiase mucho en el talento de sus hombres de ataque. Representa poco el estilo tradicional del Arsenal de otros tiempos, como es lógico. Ayer y siempre este Arsenal juega sin ningún inglés por delante de la línea defensiva, y por eso el estilo tiene poco que ver con lo que conocemos en otras épocas.

Henry anduvo mal porque no tuvo esa chispa que también perdió en el partido ante el Manchester el pasado sábado. A Bergkamp se le vio bastante apático, poco participativo y también lejos del futbolista que deslumbró hace cuatro temporadas. Además, la lesión de Vieira terminó por anular el juego de mediocampo de un equipo que sólo empujó en algunos instantes muy concretos. Justo cuando el partido se hizo vibrante llegó el contragolpe de Carew, que sacó Campbell bajo palos, una de las mejores jugadas del Valencia, que ahí si tuvo cerca el preciado botín.

Ahí fue cuando lo ingleses se dieron cuenta de verdad de un dicho muy italiano: Si no has sido capaz de ganar un partido en 85 minutos, por lo menos no lo pierdas en el tramo final. Y fue cuando lo aplicaron a rajatabla. Algo inaudito, impensable en Inglaterra, en la Premier, hace cosa de diez años pero muy a la orden del día en el cosmopolita fútbol inglés actual y más en este equipo de su técnico Wenger.