Es una palabra de moda en basket: proyecto. Es algo que se tiene (Estudiantes, Barcelona...) o no se tiene (Caja San Fernando, Cáceres...), filosofía deportiva, planificación con parámetros. Ejemplos ilustrativos: Felipe Reyes, Germán Gabriel, Jan Martín, Van der Hare, Varejao, Walter Herrmann... Empecemos por el final: Herrmann. Aparece de pronto como seta de otoño y muchos pensarán que es cuestión de suerte, casualidades de la vida. Y un jamón. A Walter le fichó Ramón Fernández hace cuatro temporadas. Le hizo un contrato de seis años para el Fuenlabrada y gastó los cuatro primeros en una sola cosa: traerle y llevarle de un lado a otro del Atlántico, cumplir formulismos legales para que le concedieran el pasaporte español. Así se ficha un crack barato... a larguísimo plazo. Así trabaja un buen director deportivo. Como el del Barça, que antes ya de perder a Gasol importaba de Holanda o Brasil sus semicopias.
Pasemos a los restantes, que son diferentes caras de la misma política deportiva: invertir en talento. Estudiantes perdió el derby contra el Fuenlabrada, pero ha dado un paso más en la siembra que le dará excelentes frutos en plazo no muy lejano. Dos ex júniors de oro, Felipe Reyes y Germán Gabriel, son los puntales del equipo bajo tableros. No hay fichajes extranjeros que les releguen, tan sólo americanos de complemento. Viendo esto, Jan Martín eligió Estudiantes y no EEUU o Real Madrid. Cuestión de proyecto.
